Síndromes y Trastornos de cuarentena.

El rumbo de esta epidemia, requiere una comprensión oportuna del estado de salud mental de la sociedad. Diversas investigaciones revelan una profunda y extensa gama de impactos psicosociales en niños, jóvenes y adultos.

Uno de los estudios realizados, evaluó las respuestas al estrés traumático en niños y padres en pandemia, encontrando que cumplen con los criterios para trastorno de estrés postraumático. Otros estudios demuestran que la pérdida económica genera cuadros importantes de angustia, identificándolo como un factor de riesgo para síntomas de trastornos psicológicos, enojo y ansiedad.

Según la Asociación Psiquiátrica Mexicana, entre 45 y 50% de las personas podrían desarrollar el síndrome de cuarentena, caracterizado por reacciones emocionales en respuesta al estado de aislamiento.

Por otra parte La OMS advirtió de las consecuencias para la salud mental que está generando el coronavirus, con un posible aumento de trastornos emocionales, entre los que destacan:

Síndrome de burnout: Alteración emocional resultado de un estrés crónico asociado al área laboral y que no ha sido canalizado con éxito.

Síndrome de la cabaña: Estado mental de miedo intenso a cambiar de entorno tras un periodo prolongado de encierro.

Hambre de piel: Fenómeno psicológico derivado de la falta de contacto humano que puede llegar a debilitar el sistema inmunológico.

Además, diferentes instituciones y organismos de salud pronostican que la incorporación a la nueva normalidad, tras el aislamiento, puede generar trastornos de adaptación o estrés. En el proceso de la contención de esta pandemia se debe tener especial consideración en el desarrollo de la capacidad de resiliencia en la población, por lo que es prioridad diseñar estrategias y modelos de intervención en salud mental que ayuden a disminuir el impacto psicosocial en el futuro.

Con el fin de poder contribuir a sobrellevar el impacto de esta cuarentena, te dejo algunas recomendaciones sencillas que te ayudarán a cuidar de tu salud mental:

Un día a la vez: Este es un momento perfecto para recordar la importancia de vivir el presente, evitando la pesada carga de vivir en el futuro o el pasado. Aprovecha y practica herramientas como la meditación, visualizaciones, mindfulness, yoga, taichí, entre otras que te ayuden a canalizar la ansiedad por el futuro y la tristeza o nostalgia por el pasado.

Comunícate: La situación de pandemia por covid19 nos exige cumplir con normas de bioseguridad y ciertas reglas de distanciamiento social, pero también debemos ser conscientes de que somos seres sociales, siendo necesario buscar y utilizar todas las alternativas disponibles para mantener la comunicación y la interacción con nuestras personas de confianza.

Muévete: Hacer ejercicio es una de las mejores herramientas para combatir los efectos de la cuarentena, bien sea en casa o al aire libre tomando en cuenta las medidas de bioseguridad. Recuerda incluir ejercicios de estiramiento y empezar por períodos cortos para luego incrementar el tiempo y la intensidad de los ejercicios. Camina, corre, haz funcionales, baila…

Libérate de la monotonía: Así como el exceso de responsabilidades agota, también lo hace la monotonía. Así que, promueve la búsqueda constante de actividades y situaciones motivantes para elevar tu energía, estado de ánimo y bienestar.

Identifica tu grupo de apoyo: Tener identificadas a las personas que pueden ayudarnos en aquellos momentos complejos, será vital para poder superar estas situaciones que afectan nuestras emociones y por ende nuestro sistema inmunológico.

Reconecta con tus hobbies: Aprovecha para rescatar aquellas actividades o hobbies que solías disfrutar y que pueden ayudarte a canalizar situaciones que te afectan y alteran tu estado de ánimo: Dibuja, pinta, canta, escribe poemas, cocina… conecta con las cosas que disfrutabas y que por falta de tiempo fuiste apartando.

Practica la ley del salvavidas: Cuídate tú, para que puedas cuidar de los tuyos. A veces olvidamos que merecemos descansar, tomar un tiempo, parar y equilibrarnos para poder continuar.

Establece horas de trabajo razonables: Ahora que nuestra idea de tiempo y espacio cambió, es necesario reorganizar nuestra rutina, definir horarios y cumplirlos en lo posible para evitar saturarnos y desarrollar el Síndrome de burnout (Quemado) lo que afectará la productividad y la motivación.

Herramientas adecuadas para el trabajo­: Por lógico que parezca, asignar espacios de trabajo que cuenten con buena iluminación, ventilación, una silla adecuada, la computadora necesaria, entre otros elementos, crean un ambiente confortable para evitar el estrés y la procrastinación.

Promueve el bienestar y el autocuidado: Comparte con familiares y amigos aquellas técnicas y herramientas que te han ayudado a superar situaciones y mantenerte a flote durante la pandemia… libros, música, videos, conferencias, etc.

MsC. Dayana Carrillo

Terapeuta Conductual

Fuente Consultada: https://www.infosol.com.mx/wordpress/trastornos-psicologicos-causados-por-la-cuarentena-que-afectan-la-productividad-en-el-trabajo/

Crianza positiva…

Amor, respeto y coherencia, tres pilares fundamentales en toda crianza

Mucho se habla de la Crianza Positiva, pero no siempre se habla de sus precursores y mucho menos de las teorías que la avalan. Como amante de los postulados teóricos que sustentan conceptos, dogmas y paradigmas me veo en la necesidad de tocar el tema de la crianza positiva, (sé que esto me puede generar muchas críticas, pero hay cosas que se deben decir), y de cómo muchas personas la interpretan, ya que con frecuencia escucho a madres y padres afirmar que ellos han adoptado el método de la crianza positiva, algo que me parece bien y lo apoyo, (cada quien es libre de asumir el estilo de crianza que mejor le parezca).

Hasta ahí, puedo decir: “Muy bien, que bueno, excelente, si te funciona: ¡perfecto!”, cuando pregunto el motivo de la consulta conductual, comienzan a enumerar la lista de conductas disruptivas o no operativas de su hijo y es cuando comienzo a entender que una cosa es decir que adoptas determinado estilo de crianza y otra muy diferente es saberlo aplicar en toda su dimensión; evitando confusiones, errores de concepto o sesgos de interpretación que desvirtúan cualquier teoría y atentan contra los pensamientos de cualquier precursor.

Algunos de estos padres que buscan ayuda, se encuentran (sin proponérselo) en una especie de presión social mal entendida porque “hay” que criar a los hijos según lo sostiene la crianza “tal o cuál” y jamás puedes dejar de hacer aquello que los defensores a ultranza del método afirman, (muchas veces, sin conocer la teoría y postulados). Para mí, el problema no es el estilo que se asume en la crianza, el problema está (la mayoría de las veces), en los adultos alrededor del niño y en los adultos en el entorno de los padres, es decir, se afecta al niño y se afectan los adultos que de alguna extraña forma se obligan a criar según una serie de creencias y errores de concepto asociados a un modelo en particular.

Sí, particularmente he sido testigo del inmenso estrés acumulado tras la crianza de los niños y de cómo se señala y etiqueta a esos adultos que deciden asumir la crianza de una forma más equilibrada, entiéndase: libre de tomar aspectos de cada estilo, que encuentre adecuado y beneficioso para su hijo.

Como todo método, estilo, corriente… la crianza positiva tiene unos precursores y una teoría bien sustentada. Ahora bien, el problema empieza cuando se asume este método sin conocerlo o sus postulados son interpretados de manera incorrecta, generando una serie de situaciones que afectan a niños y padres.

La crianza positiva se encuentra sustentada en las teorías de Alfred Adler y Rudolph Dreikurs, quienes promueven el concepto de “disciplina positiva”. El Dr. Adler en 1920 introdujo la idea de educar a los padres para la crianza de los hijos basado en el respeto mutuo. En sus investigaciones descubrió que los niños que no tenían límites o eran sobreprotegidos tenían problemas de comportamiento. Ambos teóricos se refirieron a este enfoque como crianza “democrática”. Por su parte en 1988, Jane Nelsen y Lynn Lott, adaptaron estos conocimientos a través de la serie de libros de Disciplina Positiva y empezaron a enseñar en clases experimentales, habilidades para padres y manejo en el salón de clase. Ambas, coinciden en que se debe establecer la conexión antes de la corrección desarrollando el sentido de pertenencia (Dreikurs) y preparando a los estudiantes para aceptar las correcciones, que sí se aplican (no como muchos afirman), desde la amabilidad y con firmeza. La disciplina positiva no se centra en los castigos sino en las soluciones, validando las emociones, escuchando a los estudiantes y brindándoles la oportunidad de participar en la resolución de conflictos. Evidentemente este es un proceso que requiere tiempo y sus resultados se ven a largo plazo.

La Disciplina Positiva está fundamentada en los siguientes conceptos básicos (Adler, Dreikurs, Lott y Nelsen):

  • Igualdad social: todos merecemos un buen trato. I
  • nterés social (sentido de comunidad).
  • El comportamiento de los niños tiene un propósito: ser importantes y tener un sentido de pertenencia y conexión. Detrás del comportamiento hay una creencia (de percepciones e interpretaciones). Un niño que emite conductas disruptivas, es un niño desmotivado, (y yo le agrego: Confundido).
  • Los niños que emiten conductas operativas, se sienten bien. Amabilidad y firmeza al mismo tiempo para aplicar correcciones. Respeto mutuo. (En toda circunstancia). No es punitiva (castigo), ni permisiva (Es decir, se establecen límites y normas).
  • Se basa en la solución de problemas y en la importancia de enseñar habilidades de vida a largo plazo (Brindar herramientas).

Comparto esta información con la intensión de aclarar algunos errores de concepto asociados al modelo, que como muchos es susceptible a ser mejorado o combinado con otro que nos ayude en la crianza de los niños.

Para mí, ningún modelo es 100% malo o bueno, todo va a depender de las expectativas de los padres, de cómo lo entiendan, lo asuman y lo apliquen.

Cuando me preguntan alguna sugerencia siempre digo:

1. No existen verdades absolutas, usa el pensamiento flexible.

2. Equilibrio al asumir modelos.

3. Cómo afirmo en mi taller: “Manual de supervivencia para el manejo de conductas”: Amor, respeto y coherencia, tres pilares fundamentales en toda crianza (independientemente del estilo que se desee asumir).

Msc. Dayana Carrillo

Terapeuta Conductual